martes, 21 de abril de 2020




Un día como hoy, en 1929, 
nace Armando Tejada Gómez.

De ascendencia huarpe, su niñez estuvo ligada al trabajo y a la diaria faena de “procurarse” el alimento, luego de la imprevista muerte de su padre. No tuvo oportunidad de educarse en una escuela. Fue canillita y lustra botas, autodidacta, escribió su primer libro de poemas a los 15 años y a los 25 apareció su primera publicación.
Su producción fue intensa, alternada con trabajos rurales y de obrero de la construcción, pero también con activa participación gremial que le valió ser electo diputado provincial por el Partido Comunista (en el período 1958-1960), viajes por el mundo (República Popular China, URSS, República Checa,...) y desempeños en el ámbito radial (LV 10). En 1961 ganó la primera Recomendación del Jurado de la Casa de las Américas, en La Habana, Cuba, con su libro “Los compadres del horizonte”. Con el compositor Oscar Matus fundó en 1963 el Movimiento Nuevo Cancionero que dio origen a la nueva Canción Latinoamericana. A partir de 1964 se trasladó a Buenos Aires incorporándose de lleno al desarrollo de actividades artísticas. Más tarde otros logros conquistó como el de 1974, primer Premio de Poesía de la Casa de las Américas, en La Habana, Cuba, por el Canto popular de las comidas, en 1978 en Bilbao, España, ganó el Premio Internacional de Novela, por Dios era olvido.
En el campo de la música también se destacó. Grabó diez discos de larga duración con sus poemas en voz, en Argentina, Cuba y México. Entre sus canciones más conocidas figuran: Canción con todos, Fuego en Anymaná, Zamba del riego, Volveré siempre a San Juan, Canción para un niño en la calle, Zamba del laurel, Milonga para una calle, Balada de marzo, Zamba azul, Canción de las simples cosas. Entre sus obras integrales para cantantes y conjuntos se pueden mencionar: “Los oficios de Pedro Changa” (con Los Trovadores), “Tonada larga para el país del sol” (con el conjunto Nacencia, música de Daniel Talquenca).



Respirando...







En tiempos distintos, donde lo planeado se tiene que volver a planificar, donde se buscan nuevas certezas, la escuela se des-construye , construye   y nosotros/as  ( profes, alumnos/as, directivos, personal de servicio auxiliar de la docencia, administrativos, hermanas y familias del colegio) con ella.
Nos damos cuenta que el camino es con el otro.
Iniciamos una nueva semana agradeciendo y respirando…